martes, 1 de diciembre de 2020

Iberpapel ante el peor año de su historia. Momento de comprar

Iberpapel: 17,3 €/acción; Ibex-35: 8.140

Hay compañías que sigo desde hace mucho y que me encantan. Una de ellas es Iberpapel. Pequeña, muy bien gestionada, bastante olvidada dentro del mercado continuo,  con caja neta en su balance y ahora con planes de crecimiento. La típica compañía donde te quedas tranquilo dejando tus ahorros. Ya entré en Iberpapel hace mucho y ahora lo vuelvo a hacer. Me ha costado un poco entrar ya que la compañía es muy ilíquida y tardan en cruzarse las operaciones, pero al final estoy dentro. 

Las ideas que me llevan a invertir en Iberpapel son:

Situación del ciclo en la parte baja:

En este tipo de compañías siempre estamos a vueltas con los ciclos. Sin duda 2020 ha sido un año espantoso en términos económicos y es clara la contracción que ha habido en la demanda y los precios. Como siempre la clave es la proyección a futuro y saber cuánto durará esta situación. Desde que empezó la pandemia llevo apostando por una recuperación rápida, quizá pensaba que sería más rápida de lo que en realidad está siendo, pero tengo para mi que el virus se irá con la misma rapidez con la que llegó, especialmente ahora que se han conseguido avanzar en las vacunas en un corto espacio de tiempo.

El mercado también refleja la caída de la demanda y precios como  así lo reflejan los gráficos del mercado que reportan muchas de las compañías del sector, como este de Navigator de la presentación de resultados del tercer trimestre de 2020 donde se ven precios mínimos de la celulosa medidos en euros: 

O este de Ence que dice que están bajando los inventarios los últimos trimestres


Iberpapel también está teniendo un año muy malo, con una bajada de los ingresos en los primeros nueve meses de 2020 del 27,7% respecto al mismo periodo del año anterior. La crisis del covid y la parada de 50 días que han tenido en su fábrica para la modernización y ampliación de su máquina de celulosa lo explican. Creo que serán los peores resultados de la compañía en 20 años con un resultado neto cercano a cero. Aún así, creo que generarán flujos de caja positivos en el año.  

Capacidad de crecimiento en usos del papel como sustituto del plástico 

Iberpapel ha acometido la ampliación de su planta de celulosa, incrementando su capacidad entre un 10% y un 15%. La inversión por 50 M€  ha entrado en operación en el último trimestre y creo que se encuentra completamente reflejada en el balance, aunque los mayores márgenes asociados todavía no aparecen en la cuenta de resultados. Así que tenemos el activo en el balance pero todavía no vemos el incremento de resultados que traerá.

Adicionalmente, la compañía se encuentra desarrollando un proyecto de expansión para poner en marcha una nueva máquina de papel de embalaje que busca aprovechar la tendencia de la industria de sustituir embalajes plásticos por embalajes de papel. El proyecto de 130 M€ va retrasado respecto a las fechas inicialmente anunciados y acaban de anunciar que lo posponen debido al complejo entorno en el que nos encontramos. No obstante, creo que deben tener ya una parte comprometida. Así, la compañía tiene potencial de crecimiento a corto y medio plazo, potencial que ahora mismo creo que no recoge la valoración.

Caja neta en su balance:

Esta es otra de las características que siempre me llaman la atención. De hecho, casi todas las compañías de mi cartera tienen caja positiva, esto es, no tienen deuda.  La teoría dice que tener apalancamiento genera valor para el accionista, siempre que no sea excesiva. Pero yo prefiero las compañías que generan tanta caja que sus gestores no son capaces de gastarla. En el caso de Iberpapel, después de haber realizado la inversión en la modernización de su planta de celulosa, mantiene 48 millones de euros de caja neta en su balance, que se correspondería con 4,3 euros por acción, esto es, un 25% de su capitalización bursátil.

Atractiva valoración:

En este tipo de compañías se da la paradoja de que hay que invertir cuando los múltiplos son altos y salirse cuando son bajos, al revés de lo que pasaría en cualquier empresa no cíclica.  Esto es así porque normalmente se valora contra un año medio del ciclo y ese es el ejercicio que quiero hacer.

La acción ha bajado un 34% en este año y un 57% respecto a su máximo de 2018. Esto le lleva a cotizar muy cerca de mínimos de 20 años en términos del valor empresa (capitalización bursátil + deuda neta) 


Para valorarla busco un escenario en el que tenga suficiente margen de seguridad para saber que estoy comprando bien. Y vaya por delante que tengo que reconocer que no entiendo lo suficientemente bien este sector, por eso tomo una valoración muy conservadora y no me fijo un precio objetivo. Así,  tomando medias de los últimos 20 años, que realmente es una aproximación muy conservadora, tendríamos lo siguiente:





Así, tomando estos valores promedio de los últimos 20 años, que insisto es tremendamente conservadora, todavía tendríamos recorrido porque a los precios actuales estaríamos con un PER 13 respecto al PER 15 histórico. La caja generada para el accionista de este año promedio nos daría una rentabilidad del 7%. 

Por eso pienso que realmente estamos en una oportunidad muy clara de comprar una empresa muy buena a un precio más que razonable. Y creo que el momento del ciclo acompaña. Así que decido invertir un 10% de la cartera.

Hacedme el favor de cuidaos ahí fuera.

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